“Triunfo inobjetable”, dijo Ricardo Gareca. Sin duda lo fue. Movilidad, desmarque en progresión de ataque, toque en corto, atrevimiento y un largo etcétera de virtudes ofensivas ofrecieron los jugadores peruanos en el Defensores del Chaco; sin embargo, poco fue lo mostrado por Paraguay, pues, salvo el gol madrugador -cuya responsabilidad atribuyo a la desatención de Corzo y Ramos con respecto a la posición de Riveros-, los de Arce estuvieron poco reconocibles.

Pero hagamos un alto y no nos desparramemos en un charco de conformidad que puede causar una lluvia de halagos. A fin de cuentas, los elogios, según recita Eduardo Rojas, reconocido periodista y dirigente chileno, "son hipocresías, pues terminan por enamorarnos en demasía de nosotros mismos".

Durante el último año, y sabiéndose inferior, el ‘Tigre’ supo darle a la 'blanquirroja’ un orden defensivo -y colectivo- y una disciplina táctica no antes vista. La agresividad para marcar y el repliegue sirvieron como los principales fundamentos que nos convirtieron en un equipo capaz de competir -no necesariamente capaz de ganar- al más alto nivel.

Y fue precisamente eso lo que más preocupaba a Francisco Arce, entrenador de la selección Paraguaya, quien afirmó en una conferencia de prensa previa al encuentro que “la principal fortaleza de Perú es su capacidad para ordenarse y cerrarse”.

No nos olvidemos, entonces, de dónde venimos. No olvidemos que enfrentamos a Brasil, un seleccionado que solo recibió 1 gol en los últimos 5 partidos de clasificatorias, y que si en el último partido nosotros anotamos 4 goles en 14 intentos, Neymar, Coutinho y Gabriel Jesus lo hicieron en 3 oportunidades habiendo disparado solo 7 veces (3 a puerta y 4 desviados).

Los de Tite son mucho más efectivos y su jerarquía y poder individual nos superan con creces. No digo que renunciemos al exquisito fútbol asociado que mostramos ayer, pero no esperemos, pues, que Perú protagonice el partido del martes y recordemos cuál ha sido nuestra principal virtud desde la Copa América Centenario: el orden defensivo.